por Redacción Kampodomo | Jun 10, 2019 | Decoración, Sostenibilidad
En el mercado existen un sinfín de soluciones fáciles y rápidas para mejorar el aislamiento de nuestras puertas y ventanas y convertir nuestro hogar en una casa eficiente energéticamente. Aptas para cualquier bolsillo, en este artículo te enseñamos algunas de ellas.
Ideas para aislar puertas y ventanas
Burletes para puertas y ventanas
Hay muchos tipos de burletes en el mercado, tantos como tipos de puertas y de ventanas. El burlete suele ser una tira o plataforma que se instala en el canto de las puertas y ventanas y cubre cualquier pequeña apertura cuando éstas están cerradas, de forma que aísla totalmente el interior del exterior, evitando pérdidas de temperatura y la entrada del polvo.
Para los bajos de las puertas, existen burletes desde tipo cepillo hasta tipo rodillo, además de burletes basculantes, que son los ideales para la puerta principal. Estos últimos se instalan mediante anclajes y se adaptan los posibles desniveles entre suelos gracias a su factor basculante.

Burlete basculable. Hogarmanía.
Otros burletes para los bajos de las puertas pueden ser adhesivos, más fáciles de instalar, o de doble rollo.
Para las ventanas y los cantos laterales de las puertas existen tiras de distintos materiales que se adhieren a la superficie mediante autoadhesivo. Destacan por su flexibilidad y durabilidad. Se distribuyen en forma de rollo que se puede cortar a la medida deseada.

Burlete adhesivo en ventana. Pinterest.
Impermeabilizar ventanas con silicona universal
Una solución muy sencilla que aporta un plus de aislamiento a nuestras ventanas, del tipo que sean: impermeabilizar las juntas. Si tus ventanas no lo están, puedes hacerlo simplemente con silicona neutra universal. Con una espátula, raspa la junta entre la ventana y la fachada exterior, retira el polvo, protege con cinta de carrocero y aplica la silicona a lo largo de la ventana. Alisa el aplicado si quieres un resultado más discreto y homogéneo.
Paredes: plaquetas decorativas y frisos
También podemos mejorar el aislamiento de las paredes de nuestra casa, una vez construida, con plaquetas decorativas y friso de madera. Las plaquetas, fabricadas a partir de yeso o cemento, se comportan de forma aislante frente a la humedad o los cambios de temperatura, al igual que la madera. Siempre podemos recurrir a estas alternativas, que, además, son altamente decorativas, cuando notamos que una habitación pierde más temperatura de lo normal.

Paredes con revestimiento de madera. Pinterest.
Por qué mejorar el aislamiento de nuestra casa
Conseguir un mejor nivel de aislamiento en nuestra casa no sólo mejorará la eficiencia energética de la misma, sino que también repercutirá en nuestro bolsillo. Aislando debidamente puertas, ventanas y otras salidas, podemos reducir hasta en un 30% el consumo energético de nuestro hogar. Así, en invierno no perderá calor y no forzará el uso de la calefacción; del mismo modo que en verano las altas temperaturas se mantendrán fuera.
Estos son algunos de los pequeños gestos a nuestro alcance enfocados a mejorar este aspecto de nuestra casa. Para todos los bolsillos.
por Redacción Kampodomo | May 20, 2019 | Climatización, Sostenibilidad
Cuando llega el momento de recurrir a la calefacción en invierno o a refrescar la casa en verano, el sistema de climatización que utilicemos puede ser determinante en la factura a final de mes. En este artículo te contamos cómo funciona un sistema de climatización por bomba de calor y por qué es una alternativa más respetuosa con el medio ambiente y más económica para tu bolsillo.
Climatización por bomba de calor
Una bomba de calor es una máquina térmica cuya función es mantener caliente el interior de una estancia cuando fuera hace frío y, gracias a su función reversible, mantenerlo fresco cuando fuera se registran altas temperaturas. La principal característica de la bomba de calor es que transporta el calor en vez de generarlo; de ahí su bajo consumo eléctrico. De esta forma, la bomba toma la energía térmica de una fuente cercana y la traslada al interior de la casa para mantener los niveles de temperatura óptimos.
Las formas en que la bomba puede transportar el calor a través de la vivienda son variadas. La más popular es a través de la ventilación; es, también, la que requiere una menor inversión. Otra opción es través de un circuito de agua, por lo que combina idealmente con una instalación de suelo radiante.
Las fuentes de energía térmica que utiliza una bomba de calor son siempre naturales: pueden ser el aire, el agua o la tierra. Por esto, además de por su bajo consumo, la bomba de calor es considerada una alternativa sostenible frente a los sistemas de climatización tradicionales.

Sistemas de aerotermia en el exterior de las viviendas
Fuentes de energía térmica naturales: aerotermia y geotermia
La extracción de energía térmica de fuentes naturales como el aire o la tierra es conocida como aerotermia o geotermia, respectivamente. La energía aerotérmica es aquella que procede del aire, y se extrae mediante un dispositivo que debe colocarse en el exterior de la vivienda. Esta es una de sus desventajadas: al estar fuera, queda expuesto a las inclemencias del tiempo y puede requerir mantenimiento con mayor frecuencia que un sistema geotérmico.
La geotermia por su parte toma la energía que queda acumulada en forma de calor a pocos metros bajo la superficie de la tierra. Esta temperatura permanece prácticamente constante durante todo el año, por lo que es una fuente de energía muy ventajosa.

Sistema de geotermia combinado con instalación de suelo radiante.
Una tercera fuente natural de energía térmica es el agua, pudiendo darse en forma de río o corriente subterránea. La bomba de calor funciona en combinación con alguna de las tres, extrayendo el calor y trasladándolo al interior de la vivienda.
Ventajas de la bomba de calor
Las ventajas de la bomba de calor son muchas, algo que le ha valido para ser seleccionada como la Mejor Tecnología Disponible para calefacción de espacios según la Agencia Internacional de la Energía.
- Confort. Gracias a mantener una temperatura óptima constante en los hogares, genera un espacio de máximo confort para los inquilinos.
- Eficiencia energética. La bomba de calor es capaz de transportar más energía térmica que la electricidad que consume, lo que la posiciona como un dispositivo altamente eficiente.
- Sostenibilidad. Además de suponer un bajo consumo precisamente gracias al punto anterior, utiliza energía procedente de fuentes renovables como son el aire, el agua y la tierra, por lo que es sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
- Altamente funcional. Una bomba de calor es capaz de generar calefacción, refrigeración y agua caliente en el hogar mediante un único equipo, lo que la convierte en un aparato altamente funcional durante todo el año.
- Ahorro económico. Su bajo consumo eléctrico se nota en la factura a final de mes, suponiendo un gran ahorro frente a otros sistemas de climatización.
En definitiva, la bomba de calor es una alternativa a tener en cuenta en lo que a sistemas de climatización se refiere. Sus muchas ventajas hacen de ella el sistema ideal en la gran mayoría de los casos, y su combinación con las fuentes de energía naturales la sitúa entre las vías de climatización más sostenibles. No en vano, en el informe de 2011 sobre energía de Greenpeace, la bomba de calor fue mencionada como mejor sistema de calefacción de entre los disponibles.
por Redacción Kampodomo | Abr 8, 2019 | Sostenibilidad
¿Qué es el consumo casi nulo? ¿Qué características debe reunir una casa para ser considerada pasiva? ¿Qué es el estándar PassivHaus? Cuando vemos menciones al concepto de casa pasiva, muchas veces no sabemos con exactitud a qué se refiere exactamente. Aunque los términos son similares entre sí, aluden a cosas distintas, lo cual puede inducir a confusión. En este artículo intentamos aclarar todas las dudas que puedas tener en torno a las casas pasivas o de consumo casi nulo.
Casas pasivas y el consumo casi nulo
Una casa pasiva, también llamada de consumo casi nulo, es aquella en la que todo el aporte necesario de energía procede de fuentes no sólo renovables, sino naturales, de forma que la obtención de esta energía se lograra de un modo pasivo.
Fuentes de energía renovables pueden ser la luz solar, la cual se transforma a través de placas solares, o la aerotermia y la geotermia, sistemas mediante los cuales se extrae energía de la fuerza del aire y de la tierra. Sin embargo, una fuente de energía natural implica que gracias a un diseño arquitectónico inteligente, una casa es capaz de mantener unos niveles de estabilidad térmica, confort e iluminación idóneos simplemente aprovechando las condiciones bioclimáticas del lugar donde está ubicada. Una casa pasiva es capaz de ofrecer durante todo el año una temperatura interior confortable sin necesidad de recurrir a sistemas de calefacción.
Todo esto implica una eficiencia energética máxima, muy por encima de los niveles de construcción convencional, por ello se conocen también como casas de consumo casi nulo.
Características de una Passivhaus
¿Cómo consigue la arquitectura bioclimática aprovechar las condiciones exteriores para lograr un nivel de confort aceptable en el interior de la vivienda?
Máximo aprovechamiento de la energía solar
Una de las principales premisas de las casas pasivas es la orientación hacia la cual se colocan las ventanas y salidas. Con una orientación hacia el sur o suroeste, una casa pasiva es capaz de garantizar iluminación natural durante el día y una climatización idónea a partir del propio calor del sol, el cual se puede acumular y distribuir en función del diseño arquitectónico.

Sistemas solares pasivos que captan y acumulan calor proveniente de la energía solar.
Puertas y ventanas con altas prestaciones
En una Passivhaus, tanto las puertas como las ventanas tienen que tener unas importantes prestaciones, porque las aberturas en las mismas permiten las mayores fugas energéticas en toda la vivienda.
Las ventanas tienen que conseguir el sello de “componente certificado”, para lo cual deben cumplir una serie de requisitos (por ejemplo, estar construidas con un vidrio altamente eficiente).
Buen aislamiento térmico
El aislamiento es una de las bases sobre las cuales se asienta el Passivhaus. El objetivo es reducir al mínimo las pérdidas de calor dentro de las viviendas durante el invierno, y tratar de aislar de las altas temperaturas en los meses de verano. Para lo cual, es necesario que la casa cuente con un gran aislamiento en toda la envolvente.
Ausencia de puentes térmicos
Es fundamental en las casas pasivas que los puentes térmicos se fabriquen y se monten prestando especial atención a esquinas, uniones, juntas, etc. A través de estas, se suelen producir pérdidas o ganancias que no son deseables, y las temperaturas superficiales en estas zonas suelen ser más bajas que en el resto de la envolvente, por lo que puede aparecer moho.
Sistema de ventilación de calidad
Otra parte importante de las casas pasivas es el sistema de ventilación, el cual es capaz de proporcionar aire de buena calidad sin interrupción, sin causar pérdidas térmicas ni generar corrientes de aire.
Estas viviendas tienen que contar con un sistema de ventilación controlada de alta eficiencia con recuperación de calor, que renueve de forma constante y controlada el aire del interior de la casa. Ello permite la mejor calidad posible del aire interior, porque además, estos sistemas disponen de unos filtros para depurar el aire y evitar que entren partículas contaminantes.

Ejemplo de casa pasiva con incidencia en el aislamiento, el sistema de ventilación y el aprovechamiento de la energía solar de forma natural y mediante placas.
De todas formas, cabe mencionar que las fuentes de energía naturales que rigen el diseño de las casas pasivas siempre están en combinación con fuentes de energía renovables, como el uso de placas solares, ya que una vivienda necesita electricidad para el uso normal de la misma: electrodomésticos, iluminación por la noche, etc.
El estándar Passivhaus
El concepto de casa pasiva como la conocemos hoy surge por primera vez en 1988, en una conversación entre los profesores Bo Adamson, de la Lund University de Suecia, y Wolfgang Feist, del Instituto de Vivienda y Medio Ambiente de Alemania. Años más tarde, el segundo fundaría el Passivhaus-Institut, desde el cual promovería el estándar Passivhaus. Este estándar certifica los edificios construidos con las condiciones determinadas de la institución.
El certificado Passivhaus es un estándar de certificación energética voluntaria que pueden obtener edificios de obra nueva y rehabilitados en todo tipo de climas, que trata de conseguir el mayor confort posible para sus habitantes, el menor consumo de energía posible y una buena calidad del aire interior. Este certificado se ha popularizado de forma notable en España de unos años a esta parte.
A pesar de compartir nombre, no todas las casas pasivas cuentan con el certificado de Passivhaus, aunque todas las viviendas con el certificado de Passivhaus son casas pasivas.
Las casas pasivas suponen un importante ahorro en la energía que necesitan para funcionar con normalidad, llegando a niveles de consumo casi nulo. En términos de eficiencia energética, no hay nada por encima. Ahora bien, este tipo de vivienda queda lejos de las de construcción convencional. Aunque el estándar Passivhaus es bastante popular en países como Alemania o Suiza, en España los casos de construcción de casas pasivas son aislados. Aún así, los criterios de construcción de la arquitectura bioclimática son más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente que otros, por lo que la innovación en el sector no puede dejar de tenerlos en cuenta.
por Redacción Kampodomo | Mar 11, 2019 | Hogar
La tecnología forma parte de nuestras vidas, y cada vez más. Cuando la empleamos en nuestros hogares para controlar y automatizar ciertos gestos, estamos hablando de domótica: tecnología aplicada a la automatización inteligente de la vivienda en la búsqueda por gestionar de manera más eficiente el consumo de energía y ganar seguridad y confort en nuestras casas.
La domótica es cada vez más popular, probablemente debido al incremento del uso de smartphones y tablets. Sólo hace falta echar un vistazo a la oferta de determinados productos, como enchufes inteligentes o sensores: cuentan con numerosos fabricantes, y los precios son bastante más asequibles de lo que uno se podría esperar de este tipo de tecnología inteligente.
Ahora bien, ¿cómo funciona la domótica?
Un sistema domótico cuenta con una serie de aparatos sensores instalados a lo largo de la casa. Estos sensores están programados para recoger cierta información, procesarla y emitir órdenes en función de ello. Por ejemplo, un sensor de temperatura puede controlar los sistemas de calefacción y refrigeración y, en función de la temperatura interior que detecte, ajustarla a las mínimas y las máximas a las que esté programado.
Qué ventajas tiene la domótica
- Facilita el ahorro y mejora la eficiencia energética. Poder automatizar ciertos gestos en función de los diferentes escenarios posibles, además de cómodo, supone una mejora en la gestión de nuestro consumo energético. De eficiencia energética ya hemos hablado en este blog.
- Confort. Como mencionábamos antes, el confort es una de las principales ventajas de una instalación domótica.
- Seguridad. Otra de las claves de la domótica es la seguridad extra que puede aportar a nuestros hogares por muy poco dinero: cuando estamos de viaje, podemos programar un sensor que nos envíe una notificación al teléfono si alguien entra en nuestra casa, o si alguien intenta conectarse a nuestra red Wifi.

Para qué sirve la domótica: ejemplos
- Subir o bajar persianas o cortinas en función de la luz directa que reciben. E incluso, en función del momento del día que sea o contando con si hay alguien en casa o no. En una habitación de trabajo muy luminosa, nos puede interesar recibir la máxima luz posible cuando está vacía para calentar la estancia. Sin embargo, cuando hay alguien trabajando, la luz solar puede molestar. Un sistema domótico puede saber si alguien o no trabajando en función de si está conectado o no a Internet, y puede ordenar diferentes acciones al motor de las persianas o cortinas.
- Encender o apagar bombillas dependiendo de la luz que entre del exterior. Otra de los ejemplos más cómodos de la domótica: automatizar la iluminación interior de nuestras casas de forma que las bombillas se enciendan o se apaguen dependiendo de si fuera hace sol, está nublado o es de noche.
- Control de la iluminación con detectores de presencia. Tan futurístico como ordenar que se enciendan o apaguen las luces dando una palmada. Pero más práctico.
- Medidores de consumo. Estos aparatos suponen una medida pasiva dentro de la domótica, ya que por sí solos no ordenan ningún tipo de acción, pero sí que nos ayudan a conocer qué electrodomésticos o qué hábitos consumen más energía en nuestra casa.

Y si eres de los que se hace sus pinitos con los lenguajes de programación, puedes llevar la domótica un paso más allá y personalizar la instalación de tu casa completamente a tu antojo: desde programar la lavadora para encenderse de madrugada, cuando más barata puede ser la luz en función de la tarifa que tengas contratada, hasta programar la hora en la que se enciende el calentador del agua para que esté listo justo cuando te duchas por las mañanas. Bienvenidos al futuro.
por Redacción Kampodomo | Feb 19, 2019 | Sostenibilidad
Muchas veces, que una vivienda sea o no eficiente energéticamente depende de la forma en que se ha construido el inmueble: orientación, aislamiento de fachada, etc. No podemos cambiar nuestra casa desde los cimientos, pero hay una serie de acciones que podemos llevar a cabo para mejorar el aprovechamiento de la energía en nuestro hogar. Son pequeños gestos que nos pueden ayudar a ahorrar hasta un 40% en el consumo de energía. ¿Los conoces?
¿Cómo hacer una casa eficiente energéticamente?
Mantener la temperatura
- Ventanas de doble cristal. Cuanto menos calor pierda nuestra casa, mejor; y también a la inversa: queremos evitar que en verano entre aire caliente. Una vía de escape y entrada evidente son las ventanas: instalar ventanas de doble cristal incide considerablemente en el calor que sale o entra en nuestra casa, y en consecuencia, en la potencia de calefacción o aire acondicionado que necesitaremos para estar cómodos.

- Aislamiento extra en puertas y ventanas. Existen diversas formas de mejorar el aislamiento de nuestras puertas y ventanas, como por ejemplo, los burletes: tiras, generalmente adhesivas, que se instalan en los bajos de las puertas o en los cantos de las ventanas para aportar ese extra de aislamiento con el exterior. Además, también podemos mejorar los cajones de las persianas con láminas de aislamiento término.
- Mantenimiento adecuado del sistema de calefacción. Si nuestro sistema de calefacción funciona mediante radiadores, es importante purgar el aire almacenado en su interior por lo menos una vez al año. Por ejemplo, al inicio del invierno. Este aire puede dificultar la transmisión de calor del radiador.
- Uso adecuado del aire acondicionado. Los expertos recomiendan fijar la temperatura de refrigeración entre 24 y 26º. Además, no es conveniente ajustar el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no vamos a enfriar la casa más rápidamente y el gasto energético será excesivo.
- Uso adecuado de toldos y persianas. En verano, usando adecuadamente los toldos y las persianas de nuestra casa podemos reducir eficazmente el calentamiento de la vivienda, evitando que el sol incida en el interior en las horas puntas. Es un hábito muy simple con el que podemos reducir hasta un 60% el consumo de energía.
Ahorro en agua
- Grifos en cocinas y baños. Si en nuestra casa todavía tenemos grifos independientes de agua fría y caliente, es recomendable sustituirlos por grifos monomando: un único mando que regula el flujo de agua fría o caliente. Sin embargo, este sistema también tiene sus inconvenientes, y es que solemos abrir el grifo hasta el tope en muchas ocasiones en las que no es necesario, con el consecuente gasto de agua. Existen alternativas para paliar este problema, como los grifos con apertura en dos fases o reguladores de caudal.
- Pulsadores de WC de descarga parcial. Es bien sabido que los sistemas de descarga de doble pulsador o descarga parcial de nuestro inodoro ahorran una considerable cantidad de agua: hasta un 70% en comparación con la descarga completa de la cisterna. No son caros y se pueden instalar fácilmente en casa.

Luz y electrodomésticos
- Iluminación de bajo consumo. Es conveniente aprovechar la iluminación natural siempre que sea posible. En pisos interiores sin luz directa, es recomendable no abusar de colores oscuros en paredes y muebles y decantarse por tonos claros: los blancos reflejan mucho mejor la luz y la sensación de oscuridad será menor. Por otro lado, también podemos sustituir las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo: duran 8 veces más y ahorran hasta un 80% en comparación.
- Apagar los aparatos electrónicos. Como televisión u ordenadores, y huir del modo standby. Está probado que con este gesto podemos reducir un 40% el consumo de energía. Además, es recomendable utilizar regletas o bases de conexiones múltiples con interruptor, para apagar cómodamente y de golpe todos los aparatos que estén enchufados.
- Usar electrodomésticos con calificación energética superior. Se aplica a frigoríficos, lavadoras, lavavajillas… La etiqueta de calificación energética informa sobre la calidad de la eficiencia energética de un electrodoméstico. La escala califica aparatos de la A a la D, siendo los calificados como A+, A++ y A+++ los más eficientes en su consumo. Estos electrodomésticos pueden suponer un mayor gasto al inicio, pero se compensa a lo largo del tiempo ya que el ahorro es mucho mayor.

Al final, conseguir una casa energéticamente eficiente aporta beneficios no sólo al medio ambiente, gracias a la mejora en la gestión del consumo de la energía y el agua, sino también a nuestro bolsillo, pues todas estas acciones influyen directamente en los recibos de la luz y el agua. Siguiendo estos y otros consejos de consumo del IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, podemos hacer una casa eficiente energéticamente.