El mercado de pinturas para interiores es amplio, y muchas veces no sabemos por dónde empezar. En este artículo te contamos las diferencias entre las pinturas plásticas, las más utilizadas, y las pinturas naturales: las preferidas de los más ecológicos.
Pinturas plásticas y pinturas plásticas ecológicas
Las pinturas plásticas son las más extendidas como pinturas de interiores, y es que cuentan con una gran ventaja: son fáciles de limpiar. Cualquier tipo de mancha que puedan recibir se limpia fácilmente con agua. Funciona igualmente a la inversa: si durante la tarea de pintar las paredes manchamos sin querer muebles o el suelo, la pintura saldrá sin problemas.
La característica principal de las pinturas plásticas es que están fabricadas con base de agua, al contrario de lo que sucede con las sintéticas o los esmaltes, cuya base es de disolvente. Las pinturas plásticas son de fácil aplicación, secan rápido y están disponibles en una amplia gama de colores.
Por lo general, las pinturas plásticas contienen sustancias tóxicas, tales como compuestos orgánicos volátiles (COV), con incidencia en nuestra salud. Estas partículas son liberadas en el entorno desde las paredes una vez pintadas y pueden provocar problemas relacionados con la respiración o suponer una dificultad añadida para personas con deficiencias respiratorias.
Sin embargo, el mundo de este tipo de pinturas es amplio, y también existen pinturas plásticas de cero emisiones o ecológicas. Éstas también liberan COV con el tiempo, aunque en muchísima menos cantidad que frente a las pinturas plásticas normales. Son llamadas ecológicas porque cumplen una serie de requisitos durante su fabricación como minimizar la generación de residuos y limitar el uso del agua. Se distinguen mediante el sello de Ecolabel, localizado en el exterior del bote.
Pintura natural a base minerales y plantas
Es la principal diferencia entre las pinturas plásticas ecológicas y las pinturas naturales: éstas últimas no emiten ningún tipo de partícula tóxica. Las pinturas naturales se fabrican a partir de minerales o vegetales, y no contienen ningún tipo de derivado del petróleo. Entre sus componentes se encuentran resinas naturales, cal o arcilla, y el color lo obtienen a partir de pigmentos libres de metales pesados o de tintes vegetales.
Las pinturas naturales no emiten ningún tipo de sustancia nociva al ambiente, por lo que no suponen ningún problema para la salud de las personas. Son, además, transpirables, y tienen propiedades termoaislantes.
Entre sus desventajas: los colores en los que están disponibles son limitados, debido a su origen natural, y no son lavables, al no contener ningún tipo de material plastificante. Si pintas las paredes de tu casa con alguna pintura natural y ésta se mancha, se puede limpiar, pero cuidadosamente.
Frente a la amplia gama de colores de las pinturas plásticas, la no emisión de sustancias nocivas de las pinturas naturales. Ambos tipos de pinturas tienen precios muy similares en el mercado, por lo que no es un factor determinante. Y si no te decides y buscas algo intermedio, siempre puedes recurrir a las marcas de pinturas plásticas ecológicas: menos emisiones que las normales y un riguroso control de fabricación a sus espaldas.